Este mineral puede tratar las deficiencias de la glándula tiroides. Estimulando la producción de las hormonas triyodotironina y tiroxina, encargadas de regular el metabolismo. En caso de faltar, nuestro organismo trabaja más lento y engordamos. Para suministrar más yodo al cuerpo y favorecer el tracto digestivo, puedes consumir soja, ajo, cítricos, champiñones, pescados y mariscos. Al poseer propiedades antisépticas y antibacteriales, el yodo blanco podría usarse en heridas y quemaduras y así evitar infecciones. Algunas personas con alopecia o falta de dureza en sus uñas lo han empleado con el fin de fortalecer su crecimiento. El yodo blanco puede ser útil en estos casos.
Lo pueden encontrar generalmente en gotas.
Se consume según indicación médica o profesional. Lo recomendado es no consumir más de o,3 ml al día.
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