La vaselina salicílica se formula habitualmente al 10% y se utiliza para eliminar durezas y callosidades en la piel, así como para prevenir su formación. Además, se emplea en procesos en los que la piel presenta escamas, como la psoriasis, la ictiosis y ciertos tipos de eccemas. Es importante lavar bien la zona a tratar y proteger con vaselina la piel circundante antes de aplicarla. Sin embargo, debes evitar el contacto con los ojos y las mucosas, y lavar las manos después de cada aplicación. No se debe aplicar en grandes superficies corporales durante mucho tiempo, especialmente en niños y pacientes con enfermedades hepáticas o renales. Además, está contraindicada en ciertas situaciones, como marcas de nacimiento, verrugas con crecimiento de pelo, verrugas en la cara o zona genital, y sobre piel erosionada.
Siempre consulta con un profesional de la salud antes de usarla 😊.
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